valeria
domingo, 27 de noviembre de 2011
la guerra contra el narcotrafico en mexico
La guerra contra el narcotráfico o lucha contra la delincuencia organizada en México es un conflicto armado que enfrenta el Estado mexicano contra las bandas que controlan diversas actividades ilegales, principalmente el tráfico ilegal de drogas. Esta situación comenzó el 11 de diciembre de 2006, cuando el gobierno federal anunció que iniciaría una «batalla» contra el crimen organizado en el estado de Michoacán, donde a lo largo de 2006 se había contabilizado cerca de 500 asesinatos de miembros de los cárteles del narcótico.[17] Para enfrentarlos, el gobierno mexicano ha privilegiado el uso de las fuerzas armadas. Desde el inicio del conflicto, se ha movilizado a la Policía Federal en compañía de los cuerpos de seguridad de cada entidad federativa y de diversos municipios. A ellos se han sumado el Ejército y la Marina.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Pública federal, hasta marzo de 2010 se había detenido a 121 199 personas a las cuales se ha vinculado con grupos del crimen organizado. Los grupos más afectados por las detenciones son los cárteles del Golfo y Los Zetas.[18] Muchos de los detenidos no han recibido sentencia aún.[19] Algunas de las aprehensiones y abatimientos más notables son las de Édgar Valdez Villarreal, Carlos Montemayor González, y José de Jesús Méndez Vargas alias "El Chango."
Entre diciembre de 2006 y diciembre de 2010 han muerto alrededor de 35 mil personas por vía de ejecuciones y enfrentamientos entre bandas rivales o agresiones a la autoridad.[20] En este número se incluyen no sólo a los narcotraficantes, sino también a los efectivos de los cuerpos de seguridad y civiles. Entre los narcotraficantes fallecidos en operaciones realizadas por las fuerzas del gobierno se encuentran Arturo Beltrán Leyva, Ignacio Coronel Villarreal, Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén y Nazario Moreno. En relación con el asesinato de personas sin relación con actividades delictivas —que son llamadas «daños colaterales» por el gobierno[21] —, diversas organizaciones han llamado la atención al hecho de que se desconoce con precisión el número de ellas, puesto que con frecuencia se encubren como si fueran miembros de la delincuencia organizada.
Por otra parte, en diversas partes del país se ha observado un incremento en los indicadores de incidencia del delito. Ciudad Juárez se ha convertido en la ciudad más insegura del mundo, donde se cometen más asesinatos que en todo el territorio de Afganistán en el año 2009. Esto contrasta con el dato de que la ciudad fronteriza es uno de los puntos a donde se ha enviado un mayor número de elementos de seguridad. Los asesinatos entre miembros de los cárteles han ocupado un espacio muy importante en los medios de comunicación, a los que el gobierno federal ha acusado de presentar una visión sesgada del conflicto. En ese panorama, el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, ha hecho numerosos llamados a «hablar bien de México»,[22] aunque numerosos periodistas y miembros de algunos partidos políticos han criticado esta postura al considerar que el problema de la violencia no es simplemente de percepción[23] o que es un intento de coartar la libertad de expresión.[
De acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Pública federal, hasta marzo de 2010 se había detenido a 121 199 personas a las cuales se ha vinculado con grupos del crimen organizado. Los grupos más afectados por las detenciones son los cárteles del Golfo y Los Zetas.[18] Muchos de los detenidos no han recibido sentencia aún.[19] Algunas de las aprehensiones y abatimientos más notables son las de Édgar Valdez Villarreal, Carlos Montemayor González, y José de Jesús Méndez Vargas alias "El Chango."
Entre diciembre de 2006 y diciembre de 2010 han muerto alrededor de 35 mil personas por vía de ejecuciones y enfrentamientos entre bandas rivales o agresiones a la autoridad.[20] En este número se incluyen no sólo a los narcotraficantes, sino también a los efectivos de los cuerpos de seguridad y civiles. Entre los narcotraficantes fallecidos en operaciones realizadas por las fuerzas del gobierno se encuentran Arturo Beltrán Leyva, Ignacio Coronel Villarreal, Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén y Nazario Moreno. En relación con el asesinato de personas sin relación con actividades delictivas —que son llamadas «daños colaterales» por el gobierno[21] —, diversas organizaciones han llamado la atención al hecho de que se desconoce con precisión el número de ellas, puesto que con frecuencia se encubren como si fueran miembros de la delincuencia organizada.
Por otra parte, en diversas partes del país se ha observado un incremento en los indicadores de incidencia del delito. Ciudad Juárez se ha convertido en la ciudad más insegura del mundo, donde se cometen más asesinatos que en todo el territorio de Afganistán en el año 2009. Esto contrasta con el dato de que la ciudad fronteriza es uno de los puntos a donde se ha enviado un mayor número de elementos de seguridad. Los asesinatos entre miembros de los cárteles han ocupado un espacio muy importante en los medios de comunicación, a los que el gobierno federal ha acusado de presentar una visión sesgada del conflicto. En ese panorama, el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, ha hecho numerosos llamados a «hablar bien de México»,[22] aunque numerosos periodistas y miembros de algunos partidos políticos han criticado esta postura al considerar que el problema de la violencia no es simplemente de percepción[23] o que es un intento de coartar la libertad de expresión.[
el narcotrafico
El narcotráfico (la raíz "narco-" proviene del griego grob, «torpor») es una industria ilegal mundial que consiste en el cultivo, elaboración, distribución y venta de drogas ilegales. Mientras que ciertas drogas son de venta y posesión legal (ciertos fármacos que la contienen, tabaco, alcohol, etc), en la mayoría de las jurisdicciones la ley prohíbe la venta e incluso el ofrecimiento o cesión de algunos tipos de drogas. El narcotráfico opera de manera similar a otros mercados subterráneos. Varios carteles de drogas se especializan en procesos separados a lo largo de la cadena de suministro, a menudo focalizados para maximizar su eficiencia. Dependiendo de la rentabilidad de cada parte del proceso, los cárteles varían en tamaño, consistencia y organización. La cadena va de los traficantes callejeros de bajo rango, quienes a veces son consumidores de drogas ellos mismos, las drogas se transportan por intermediarios que puede asimilarse a contratistas, a los imperios multinacionales que rivalizan en tamaño con los gobiernos nacionales.
La mayor parte de las sustancias estupefacientes producidas en el mundo se cultiva en países del tercer mundo (muchos países de Sudamérica, Sureste Asiático y Oriente Medio), y después se introduce de contrabando en los países consumidores. Tradicionalmente, Estados Unidos y Europa han tendido a imponer restrictivas políticas de "tolerancia cero" a los países productores. Sin embargo, los cultivos de Erythroxylum coca, adormidera o cannabis son indispensables para la fabricación de alimentos, bebidas y medicamentos en todo el mundo, y un sosten economico para las regiones productoras. Por otro lado, sustancias psicotrópicas tales como la dietilamida del ácido lisérgico (LSD), cuyo consumo va en disminución; las anfetaminas y otras sustancias psicotrópicas de diseño y composición sintética o semisintética, como el "éxtasis" (MDMA), son producidas plenamente en laboratorios, principalmente en paises desarrollados, y están sustituyendo a las drogas tradicionales como la cocaína.
En jurisdicciones donde la legislación restringe o prohíbe la venta de ciertas drogas populares, es común que se desarrolle un mercado ilegal. Por ejemplo, el Congreso de los Estados Unidos ha identificado varias sustancias controladas.
La mayoría de las naciones considera al tráfico de droga un problema muy serio. En 1989, los Estados Unidos intervinieron en Panamá con el pretexto de romper el comercio de droga. El gobierno de la India ha realizado operaciones encubiertas en el Medio Este y el subcontinente indio para seguir el rastro de varios narcotraficantes. Algunas estimaciones del comercio global pusieron el valor de las drogas ilegales a alrededor de US$400 mil millones en el año 2000; que, sumado al mismo tiempo al valor del comercio global de drogas legales, corresponde a una cantidad superior al dinero gastado para la comida en el mismo período. En el 2005 el "United Nations World Drug Report" informó el valor del mercado de droga ilícito global durante el año 2003 se estimó a US$13 mil millones al nivel de producción, a US$94 mil millones al nivel precio de mayoreo, y a billón de US$322 basado en los precios del menudeo y cogida tomando tamaños y otras pérdidas en la cuenta.
Los mayores países consumidores incluyen a los Estados Unidos y a las naciones europeas, aunque el consumo es mundial. Los mayores países productores incluyen a India (el opio), Colombia, Peru y Bolivia (por Cocaina).
En algunos países, el tráfico ilícito de drogas ha sido motivo de formación y fortalecimiento de grupos armados al margen de la ley, corrupción estatal, desplazamiento forzado de población, deterioro de regiones rurales, entre otros.
La Primera Guerra del Opio era un esfuerzo por obligar a China a permitir a los comerciantes británicos comerciar opio entre la población general de China. Aunque era ilegal por decreto imperial, fumar opio era común en el siglo XIX y se creía que curaba muchos problemas de salud. Los chinos llevaron el opio a México entrando por el puerto de Mazatlán, rápidamente se dieron cuenta que las condiciones climáticas de Sinaloa permitía el buen cultivo de esta planta; así fue como inició las primeras rutas de narcotráfico hacia los Estados Unidos por el territorio mexicano donde nazis alemanes descubrieron dichos caminos de tráfico de drogas de los chinos.
Colombia es quizás el ejemplo más notorio del deterioro al que puede llegar un país a causa del narcotráfico. Políticamente, este país tocó fondo cuando el reconocido narcotráficante Pablo Escobar Gaviria hizo parte del Congreso de la República.
Con el fin de los principales Carteles Colombianos, el negocio del narcotráfico se atomizó. Actualmente los protagonistas de esta historia son bandas discretas, que operan en alianzas mucho menos suntuosas pero que hacen parte de una red mucho más extendida.
La mayor parte de las sustancias estupefacientes producidas en el mundo se cultiva en países del tercer mundo (muchos países de Sudamérica, Sureste Asiático y Oriente Medio), y después se introduce de contrabando en los países consumidores. Tradicionalmente, Estados Unidos y Europa han tendido a imponer restrictivas políticas de "tolerancia cero" a los países productores. Sin embargo, los cultivos de Erythroxylum coca, adormidera o cannabis son indispensables para la fabricación de alimentos, bebidas y medicamentos en todo el mundo, y un sosten economico para las regiones productoras. Por otro lado, sustancias psicotrópicas tales como la dietilamida del ácido lisérgico (LSD), cuyo consumo va en disminución; las anfetaminas y otras sustancias psicotrópicas de diseño y composición sintética o semisintética, como el "éxtasis" (MDMA), son producidas plenamente en laboratorios, principalmente en paises desarrollados, y están sustituyendo a las drogas tradicionales como la cocaína.
En jurisdicciones donde la legislación restringe o prohíbe la venta de ciertas drogas populares, es común que se desarrolle un mercado ilegal. Por ejemplo, el Congreso de los Estados Unidos ha identificado varias sustancias controladas.
La mayoría de las naciones considera al tráfico de droga un problema muy serio. En 1989, los Estados Unidos intervinieron en Panamá con el pretexto de romper el comercio de droga. El gobierno de la India ha realizado operaciones encubiertas en el Medio Este y el subcontinente indio para seguir el rastro de varios narcotraficantes. Algunas estimaciones del comercio global pusieron el valor de las drogas ilegales a alrededor de US$400 mil millones en el año 2000; que, sumado al mismo tiempo al valor del comercio global de drogas legales, corresponde a una cantidad superior al dinero gastado para la comida en el mismo período. En el 2005 el "United Nations World Drug Report" informó el valor del mercado de droga ilícito global durante el año 2003 se estimó a US$13 mil millones al nivel de producción, a US$94 mil millones al nivel precio de mayoreo, y a billón de US$322 basado en los precios del menudeo y cogida tomando tamaños y otras pérdidas en la cuenta.
Los mayores países consumidores incluyen a los Estados Unidos y a las naciones europeas, aunque el consumo es mundial. Los mayores países productores incluyen a India (el opio), Colombia, Peru y Bolivia (por Cocaina).
En algunos países, el tráfico ilícito de drogas ha sido motivo de formación y fortalecimiento de grupos armados al margen de la ley, corrupción estatal, desplazamiento forzado de población, deterioro de regiones rurales, entre otros.
La Primera Guerra del Opio era un esfuerzo por obligar a China a permitir a los comerciantes británicos comerciar opio entre la población general de China. Aunque era ilegal por decreto imperial, fumar opio era común en el siglo XIX y se creía que curaba muchos problemas de salud. Los chinos llevaron el opio a México entrando por el puerto de Mazatlán, rápidamente se dieron cuenta que las condiciones climáticas de Sinaloa permitía el buen cultivo de esta planta; así fue como inició las primeras rutas de narcotráfico hacia los Estados Unidos por el territorio mexicano donde nazis alemanes descubrieron dichos caminos de tráfico de drogas de los chinos.
Colombia es quizás el ejemplo más notorio del deterioro al que puede llegar un país a causa del narcotráfico. Políticamente, este país tocó fondo cuando el reconocido narcotráficante Pablo Escobar Gaviria hizo parte del Congreso de la República.
Con el fin de los principales Carteles Colombianos, el negocio del narcotráfico se atomizó. Actualmente los protagonistas de esta historia son bandas discretas, que operan en alianzas mucho menos suntuosas pero que hacen parte de una red mucho más extendida.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)